sábado, 28 de enero de 2017

Alfredo Yabrán: una investigación solitaria



Siempre se dice que cuando NOTICIAS comenzó a investigar a Yabrán en 1991, nadie lo conocía.
Bueno, eso no es cierto.
Alfredo Yabrán era un nombre bien conocido por los distintos gobiernos que se sucedieron en la Argentina desde la dictadura militar de 1976, el radicalismo de Raúl Alfonsín y el peronismo de Carlos Menem. Todos ellos intentaron interceder por él cuando iniciamos las primeras averiguaciones desde esta redacción.
También los jefes de la Iglesia Católica lo conocían bien: la primera vez que lo entrevistamos en off the record nos recibió, junto a la directora de NOTICIAS de aquel entonces, Teresa Pacitti, en una sede eclesiástica rodeado de banderas vaticanas.
Y los medios también sabían de él. Sólo que evitaban escribir lo que sabían: un chiste de la época decía que si en las computadoras de un importante diario se escribía la palabra Yabrán, el sistema lo borraba automáticamente. Fantasías.
Aunque es cierto que si un equipo de tres periodistas que integrábamos con Alfredo Gutiérrez y Fernando Amato pudo en aquel 1991 empezar a desenredar la madeja de sociedades ocultas, dinero en negro, acuerdos políticos y aprietes a los competidores, cómo no lo iban a hacer mejor que nosotros redacciones diez veces más grandes. Si en aquella primera nota se pudieron conseguir imágenes bastante actualizadas de él, por qué se tardarían cuatro años más en obtener una imagen nueva de Yabrán mirando los fuegos artificiales que él había pagado en las playas de Pinamar. Fue en 1995 y el fotógrafo que logró la toma fue Patricio Haimovich. Un fotógrafo de NOTICIAS, no de otro medio.
Y fue desde esta misma revista, con la cámara de José Luis Cabezas y la investigación de Gabriel Michi, que se lo fotografió una vez más en el verano de 1996.
En todos esos años en los que se avanzó con decenas de notas y tapas en revelar la trama de complicidades económicas y políticas de esa red mafiosa, sufrimos disparos, amenazas y la peor de las tragedias, pero nunca corrimos el riesgo de que otros medios se nos adelantaran con sus investigaciones. Lo entrevisté tres veces a Yabrán, me lo repetía siempre: “Si a nadie le importo yo, por qué soy tan importante para ustedes”. Y otra vez fue más directo: “Nadie tiene una foto mía. Sacarme una foto es como pegarme un tiro acá”, mientras se señalaba la frente.
De verdad nos sentimos muy solos.
Todo eso cambió después del asesinato de José Luis. Políticos, jueces, empresarios y dirigentes sociales se acercaron a brindarnos su consuelo. Nos vino muy bien. Y fue esencial el apoyo de nuestros colegas y el espacio que todos los medios le dieron al crimen, desde el primer día y hasta el fallo que condenó a los asesinos.
Gracias a ellos y a la presión social que se generó durante años en las calles de todo el país con las marchas y la imagen de los ojos de Cabezas repetida hasta en el último rincón, se pudo llegar a la verdad y marcó un límite futuro para ese tipo de violencia.
Pero hay una pregunta dolorosa que desde hace 20 años nos repetimos en silencio. Ya se la deben imaginar. Qué habría ocurrido si en lugar de unos tipos solos con recursos limitados, hubiera sido el poder del Estado, de la Justicia y la observación crítica de los medios los que pusieran en la mira desde el principio a Alfredo Yabrán.
¿Hubiera sido otra la historia?
La sola posibilidad de que la respuesta fuera sí, nos confronta no con políticos, dirigentes, jueces y colegas, sino con nosotros mismos, con esa capacidad que tuvimos, volveríamos a tener y tenemos hoy, de mirar hacia otro lado. Hasta que es demasiado tarde.    

sábado, 14 de enero de 2017

Se lanza la Diplomatura en Periodismo Científico

excelencia. La Universidad Favaloro es una institución académica que realiza grandes aportes a la investigación científica y, junto a Perfil, creó esta diplomatura.
La Diplomatura en Periodismo Científico que estamos presentando es la primera experiencia de su tipo en la Argentina y es el fruto de un trabajo de dos años realizado en conjunto por Universidad Favaloro y Editorial Perfil.Esta diplomatura nació con el objetivo de mejorar la calidad del periodismo científico en la Argentina y fue posible gracias al impulso de quienes hoy integran el Comité Académico de esta nueva propuesta educativa: el doctor Facundo Manes, rector de la Universidad Favaloro; la doctora Liliana Favaloro, presidenta de la Fundación Favaloro, y el periodista Jorge Fontevecchia, presidente y CEO de Perfil Network.
Los medios de Editorial Perfil, principalmente hablamos del diario PERFIL y de la revista Noticias, son las únicas publicaciones periodísticas de la Argentina, con alcance nacional, que mantienen secciones dedicadas a la ciencia y la tecnología en un diario y una revista de actualidad. Mientras que la Universidad Favaloro es una de las instituciones más reconocidas en la formación profesional científica de todo el país.
El objetivo de la Diplomatura en Periodismo Científico Perfil-Favaloro es profesionalizar esta rama del periodismo para mejorar el nivel de producción de los temas científicos y su divulgación periodística, a la vez que pretendemos mejorar la formación de periodistas especializados en esta temática y ayudar a los profesionales de la salud a entender el funcionamiento de los medios y de la prensa.
La Diplomatura en Periodismo Científico está destinada a graduados de todas las carreras, periodistas, médicos, psicólogos y otros profesionales universitarios de la salud. También está abierta a a los egresados de institutos terciarios de Periodismo. El posgrado comenzará en abril de 2017 y el cuerpo docente estará integrado por médicos y especialistas de la Universidad Favaloro, periodistas y editores de los medios de Editorial Perfil y figuras de fuerte renombre en el mundo periodístico y científico que se sumarán a este ambicioso proyecto.

Reclaman no discriminar con avisos oficiales y formar una comisión investigadora



Después de semanas de convocatoria a medios, asociaciones y periodistas de todo el país, este miércoles concluyeron en el Senado los encuentros previos a la elaboración de un proyecto para legislar el uso de la publicidad oficial.
Le tocó a Gustavo González, director periodístico de Editorial Perfil, cerrar la lista de oradores en un colmado Salón de las Provincias: “Para todos los periodistas es importante esta convocatoria, pero para quienes trabajamos en Editorial Perfil simboliza un reconocimiento a haber soportado trece años de un acoso despiadado. A diferencia de los ataques recibidos desde otras administraciones anteriores, el kirchnerismo se especializó en usar el dinero que no le pertenecía a través de la publicidad oficial para intentar destruir a quienes no pensaban igual. Perfil tuvo el extraño privilegio de haber sido atacado con esa metodología desde el primero y hasta el último día de esa gestión”.
González, que dirigió la revista Noticias desde la asunción de Néstor Kirchner hasta enero de 2011, recordó que fue por recomendación de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) que la editorial decidió iniciarle un juicio al Estado por discriminación y que recién en 2014, casi cuatro años después de que la Corte Suprema se expidiera a su favor, recibió el primer aviso oficial: uno pequeño destinado a difamar a la editorial. “Cuando iniciamos ese reclamo sabíamos que el castigo iba a ser peor, pero teníamos el sueño de que algún día un fallo favorable pudiera sentar jurisprudencia para otros medios y que el Congreso de la Nación tomara nuestro caso para legislar hacia delante e impedir que otros vuelvan a pasar por lo que nosotros y otros medios debimos atravesar”.
González instó a que el proyecto que finalmente se convierta en ley impida el uso de la publicidad oficial para otro uso que no sea el de comunicar actos de gobierno y para que se castiguen los intentos porque esos fondos vuelvan a ser usados como premio y castigo. Pidió que el reparto de esos avisos siga criterios razonables que consideren la importancia, trayectoria y alcance de los medios, como así también la cantidad de empleo que cada uno de ellos genera (“evitando que se vuelvan a inventar sellos de goma cuyo único fin era traficar este tipo de publicidad”). Pero señaló que esa distribución debe ser implementada con el cuidado de que no sea utilizada ni para incentivar la supremacía de algunos ni para despreciar el alcance de medios más pequeños que puedan representar intereses específicos a tener en cuenta.
Al concluir, el periodista de Perfil exhortó a que se forme una comisión investigadora para revisar “el accionar de funcionarios y supuestos empresarios que constituyeron esa suerte de asociación ilícita en torno a la publicidad oficial” durante el kirchnerismo. Tanto la senadora Teresita Luna (FPV) como el senador Marino, se mostraron favorables a esa investigación.